La epidemia por el coronavirus COVID-19, nos ha obligado a todos a estar en casa y como resultado, las empresas están enviando a sus empleados a trabajar desde casa o hacer home office como popularmente le están llamando.
Si bien es un beneficio para muchas personas, no todos están preparados para tener éxito trabajando remoto. No importa cual sea tu puesto o el nicho de la empresa, esta puede ser una transición difícil de hacer si no estamos preparados.
Por eso aquí hay algunos consejos para mantenerte productivo y mantener el equilibrio entre tu vida y el trabajo.
Primero atiende tus necesidades tecnológicas
¿Qué es lo básico para hacer home office?
Una computadora por supuesto. Si tienes una computadora portátil del trabajo esto no será mucho problema, pero si trabajas una PC de escritorio tal vez tengas que trasladar todo ese equipo a casa o adaptar tu PC personal para el trabajo.
Regresemos a la laptop, parece muy práctica para trabajar algunas horas en ella pero se puede convertir en una incomodidad cuando tienes que pasar 8 horas con un teclado reducido y un mouse pad que controlas con un dedo, y ni hablar de la pantalla tan reducida. Lo mejor es que te consigas un mouse, un teclado, una pantalla, y cualquier otra cosa que pueda hacer que trabajar desde casa sea un poco más fácil.
¿Cómo mantener la comunicación?
Si vas a usar tu smartphone para comunicarte con tu equipo, separa las conversaciones de trabajo con las personales. Hoy tenemos una gran cantidad de herramientas disponibles, y muchos nos apoyamos en Slack, Microsoft Teams, Skype, Zoom o GoToMeeting para comunicarnos con los miembros de nuestro equipo de trabajo.
Si la empresa para la que trabajas no tiene una plataforma designada para comunicarse, consultalo con tu equipo y líder para plantearle la idea de usarlas lo antes posible. Un poco de iniciativa siempre es bienvenida.
¿Qué tan bueno es tu Internet?
La mayoría de los que trabajamos remoto necesitamos una conexión a Internet confiable y rápida para completar eficientemente nuestras tareas diarias. La pregunta es: ¿el Internet de tu casa es lo suficientemente robusto como para manejar tu carga de trabajo?
La realidad es que los paquetes más básicos de internet son los más comunes en los hogares, pero ahora que estarás teniendo reuniones por videoconferencia tener una red más confiable debe ser una prioridad.
Si tienes plena fe en tu actual conexión, entonces estás listo. Si no es así, aquí hay algunas cosas que puedes tener en cuenta:
- Considera usar Ethernet en lugar de WiFi para evitar la saturación de la señal con tantos dispositivos conectados a la vez.
- Si su ancho de banda es bajo y lo necesitas para una videollamada, cierra otros programas en tu equipo que no necesitas y pide a los miembros de tu casa que no usen la red mientras dura tu reunión para aligerar la carga en su conexión.
- Si tu conexión se interrumpe y la videollamada se interrumpe, cancela el video y usa solo audio. No te preocupes si no te ven, tus compañeros agradecerán una reunión más fluida.
- Si tienes otros miembros de la familia en casa o niños que usan la red para entretenimiento (es decir, videojuegos, FaceTime, streaming, redes sociales, etc.), considera establecer algunas reglas básicas para el tiempo de uso.
¿Y qué hay del Software que usabas en la oficina?
Si vas a ocupar la misma computadora que usabas en tu oficina no tendrás mucho problema, pero en algunos casos, los programas de la empresa pueden requerir ciertos tipos de conecciones para que funcionen correctamente desde tu hogar.
Aquí hay algunas preguntas para considerar. Si no sabes la respuesta, pregunta al supervisor de sistemas o departamento de TI de tu empresa.
- ¿Necesitas una línea segura?
- ¿Hay una VPN disponible?
- ¿Se puede acceder a las aplicaciones necesarias desde el WiFi de tu casa?
- ¿Necesita una clave de seguridad para iniciar sesión?
- ¿Usas aplicaciones de autenticación?
- ¿Puedo estar conectado a la red de la empresa desde casa?
Además de los softwares de tu empresa, hay una gran cantidad de herramientas que ayudarán a optimizar tu trabajo, independientemente de lo que hagas. Checa este blog de “Las Mejores Herramientas para el Trabajo Remoto Desde Casa.”
Ahora hablemos de tu espacio de trabajo
Seguramente ya tienes un máster lidiando con las distracciones en el trabajo e incluso sea un ninja de la productividad en la oficina. Sin embargo, trabajar desde casa tiene sus propios desafíos y tendrás que aprender a superar los nuevos retos.
Si bien algunos de nosotros workaholics (adictos al trabajo) tenemos equipado un espacio de trabajo en nuestro hogar, la mayoría de los que están transicionando a este nuevo mundo remoto no cuenta con un área de trabajo en casa, y probablemente tú seas uno de ellos.
No te preocupes si en un principio tienes que trabajar en el comedor de tu casa. Al principio todos pasamos por un proceso de encontrar el mejor espacio para trabajar. Considera lo siguiente para encontrar el tuyo:
- Encuentra un lugar libre de distracciones y si es posible a puerta cerrada.
- En la medida de lo posible evita trabajar en el mismo lugar que duermes, pero si es el único lugar que tienes para ti, adapta un espacio para trabajar que no sea tu cama.
- Asegúrate de tener buena iluminación, de preferencia luz natural.
- Si tienes posibilidades de comprar (o construir) tu propio escritorio, hazlo.
- Encuentra la silla más cómoda en tu casa, puedes adaptarla con memory foam en el asiento y respaldo para hacerla más ergonómica.
- Procura estar lejos de la TV
- Si en casa no puedes evitar el ruido, invierte en unos auriculares con cancelación de ruido que te ayudarán a mantenerte concentrado.
Define tus horarios
Al trabajar en la oficina tienes la responsabilidad de presentarte a tiempo a tu lugar de trabajo, a una reunión, o una cita con un cliente; aunque no lo creas esto es más fácil de hacer cuando tienes que estar físicamente en un lugar que cuando trabajas desde casa.
El home office te da la ventaja de que no necesitas más que dar unos pasos para llegar a tu escritorio y en un par de clics estar en una junta con todo tu equipo. Sin embargo, el trabajo remoto te va a exigir mucha disciplina en tus horarios.
Considera lo siguiente para que sigas igual de productivo a cada hora como en la oficina:
- Establece con tu jefe los horarios en que deberás estar laborando, aún desde casa hay que cumplir con estos horarios.
- Levántate de la cama al menos 2 horas antes de tu hora de trabajo para que de tiempo de hacer toda tu rutina matutina sin invadir las horas de trabajo.
- Ponte la meta de no revisar mensajes personales, evadir tus redes sociales, no atender llamadas sociales, y no distraerte con videos ni series. Ponte un horario para estas cosas.
- Tome descansos programados.
- Haz una lista de tareas por cumplir cada día.
Por último crea nuevos hábitos
Las nuevas experiencias son oportunidades para aprender nuevos hábitos. Durante la epidemia por Coronavirus COVID-19 hemos aprendido nuevas formas de saludar, a mantener una sana distancia, a lavarnos las manos más frecuentemente, a desinfectar nuestras áreas de trabajo y convivencia.
También podemos aprender nuevos hábitos mientras hacemos home office, aquí te dejo algunos que puedes empezar a intentar.
- Cuida tu salud, haz ejercicio en la medida de tus posibilidades.
- Come sanamente ahora que tienes acceso a tu propia cocina.
- Establece límites de tiempo, lleva una agenda de trabajo y una personal.
- Viste cómodamente pero no te quedes en pijamas todo el día.
- Disfruta de un buen desayuno todos los días.
- Comunícate frecuentemente con tus colegas, las charlas casuales no tienen porqué desaparecer.
- Utiliza los espacios de tu casa para lo que son, no confundas el escritorio con tu mesa de comer.
- Mantén limpio y ordenado tu lugar de trabajo.
- Tómate descansos para estirar y respirar, tu cuerpo lo agradecerá.
- No te lleves el trabajo a “casa”, desconéctate cuando hayas cumplido tu horario, aún cuando no tengas nada que hacer en casa, respeta tu tiempo personal.
- Busca nuevas formas de pasar el tiempo en casa, leer un libro o aprender un arte.
Recuerda, tal vez necesites entre 21 y 66 días para crear un nuevo hábito, así que ten paciencia.
¡Tú puedes!
Sé que puede ser difícil trazar una línea entre el hogar y la oficina. Cuando trabajas desde tu hogar, necesitas hacer algunos ajustes, pero pronto alcanzarás tu ritmo, tal vez menos tiempo de lo que crees.
Y no te sientas solo en esto, muchos hemos pasado por aquí antes. Busca ánimos en las personas que ya han trabajado remoto, yo lo he hecho y me ha ayudado a ver algunas cosas que estaba haciendo mal y con el paso del tiempo he visto que el home office es mucho mejor y más productivo que trabajar en una oficina.
Concéntrate en lo positivo y encuentra tu nuevo estado de productividad ¡Tú puedes!