El mundo laboral ha cambiado drásticamente. Han cambiado sus dinámicas y han cambiado sus reglas. Trabajar desde casa es la nueva normalidad. Muchos consejos que funcionaban para el trabajo presencial, ya no funcionan en este nuevo escenario.
¿Cómo debo entonces comportarme en esta nueva realidad laboral?
Lo primero que debes saber es cómo incrementar las posibilidades de que seas contrato. Muchos piensan que es un asunto de suerte. Es una idea falsa: Está en tus manos incrementar tu porcentaje de éxito cuando presentas una solicitud para un trabajo.
¿De qué manera puedo aumentar mis posibilidades de ser contratado?
La clave está en prepararte para tener una entrevista de trabajo exitosa (que casi con toda seguridad será virtual). Y para garantizar ese éxito, tienes que conocer estos secretos.
Consejos genéricos para tener éxito en una entrevista de trabajo
Existen consejos obvios que ya te hemos explicado. Sin embargo, te los repetimos porque no puedes cometer el grave error de olvidarlos:
- Sé puntual a la cita
- Prepárate para exponer tu trayectoria profesional de forma breve y concisa
- Investiga con antelación la historia de la empresa. Elabora una explicación de por qué tú eres el candidato ideal.
- Ten presente alguna anécdota que ejemplifique uno de tus mayores éxitos laborales. También una que ejemplifique una situación no tan satisfactoria que hayas atravesado.
- Siempre tienes que estar dispuesto a negociar. Quizá puedas buscar la manera de compensar un salario un poco más bajo de lo que esperabas con bonos de productividad u otras prestaciones.
Secretos para que te contraten tras una entrevista de trabajo
Cumple estos cinco consejos y es probable que te llamen a una segunda entrevista. Pero así como tú, otras personas también habrán hecho bien esa entrevista inicial. Por lo tanto, en esta segunda entrevista tienes que destacar. Y para destacar ya no puedes seguir consejos genéricos. Ahora debes atender claves más específicas, algunas de las cuales ya te hemos compartido. A continuación te revelamos auténticos secretos que pueden garantizar que todo mundo quiera contratarte. Te compartimos los cuatro más importantes.
- La hora secreta
Existe una hora secreta para celebrar una entrevista de trabajo. Si te dan a elegir, escoge martes o jueves entre 1:30 y 11:30 de la mañana.
¿Por qué?
Los lunes la gente está abrumada y los viernes quiere irse (descarta esos días). Los miércoles la gente tiende hacia la apatía de la media semana (descártalo también).
Martes y jueves son los días más tranquilos.
Y la misma lógica aplica para el horario:
A las 9, se está abrumado y por la tarde se está pensando en la hora de irse.
Piensa que la persona que te entrevistará es un ser humano que está a merced de estos aspectos de la vida laboral (que no por ser clichés resultan menos ciertos).
- El tono secreto
Aunque sea de trabajo, una entrevista no deja de ser un diálogo entre dos personas. La esencia para que un diálogo sea exitoso radica en la empatía. Si haces química con la persona que te entrevista, obtendrás una gran ventaja. Quizá esta empatía se da de forma natural. Pero no siempre es así. Sin embargo, hay algo que puedes hacer para generarla. Ese algo es adoptar tu tono a la personalidad de tu entrevistador.
¿Qué debo saber para hacerlo bien?
Si tiene menos de 30 años, resalta tu capacidad de realizar varias tareas de manera simultánea y trabaja un diseño mucho más visual de tu semblanza.
Si tiene entre 30 y 45, centra tu presentación en tu faceta creativa y siéntete libre de hablar sobre tu vida fuera del trabajo (pasatiempos, rutinas…).
Si tiene entre 46 y 65 debes dejar claro que conoces detalladamente la trayectoria de la empresa. Alaba los logros de la empresa y resalta cómo consideras que encajas ahí por tu capacidad de trabajo.
Si tiene más de 65, debes acentuar la parte de tu fidelidad laboral. Refrenda tu compromiso a involucrarte en un proyecto de largo plazo con esa empresa.
- La expresión secreta
Las expresiones resultan vitales en una entrevista de trabajo. Pero no sólo la expresión verbal, que es la obvia. Además de hablar bien, tienes que expresarte bien con el cuerpo. Y esta expresión del cuerpo recae sobre todo en las manos. Aprender a usarlas bien no es complicado. Su paleta expresiva es limitada. Básicamente lo único que debes saber son cuatro cosas.
La primera es que mostrar las palmas expresa sinceridad.
La segunda es que mantener la palma abajo expresa una personalidad controladora.
La tercera es que esconderlas (ya sea debajo de la mesa o fuera del cuadro de la cámara) expresa que estás ocultando algo.
Y la cuarta es que cruzarte de brazos expresa que estás aburrido.
Así que en una entrevista de trabajo no te cruces de brazos, no escondas las manos y cuando las levantes hazlo con las palmas abiertas.
Sobre las expresiones faciales, lo primero es ver de entrada a los ojos. Luego, conforme la entrevista se desarrolle, continuamente ve a los ojos (mas no de manera continua o sostenida). Debes ser entusiasta sin caer en una sonrisa permanente. Y lo más importante: sé educado, atento y propositivo.
- El espejo secreto
Piensa que a los seres humanos nos encanta sentirnos identificados. Nos sentimos identificados de forma inmediata con lo semejante. Por lo tanto, la persona que te está entrevistando va a tener una gran impresión de ti si logras hacer que se identifique contigo.
Para conseguir eso debes estar muy atento a lo que te dice y cómo lo dice.
Por ejemplo: notas en su discurso se siente atraído por los aspectos más experimentales de la industria tecnológica. En ese caso, tú comenta a detalle tu experiencia laboral en ese tipo de sectores (por ejemplo, inteligencia artificial).
Pero no sólo eso. También puedes generar empatía imitando su lenguaje corporal de manera sutil. Si la persona que te entrevista, se inclina hacia atrás, tú inclínate hacia atrás. Si pasa sus dedos por sus cabellos, haz lo mismo.
A los humanos nos atrae lo semejante. Pero no exageres. Debes buscar temas en común y adoptar un lenguaje corporal semejante de manera discreta.