Aprendemos a comunicarnos desde una muy temprana edad, es algo tan cotidiano que hemos dejado de prestarle importancia. Todas nuestras relaciones interpersonales están basadas en comunicación. En el ámbito laboral es esencial también, así evitamos malos entendidos o incluso errores en los procesos. Para hacerte la vida más fácil, a continuación veremos cuatro habilidades indispensables en una comunicación efectiva.
1. Escucha
La clave es que no solamente oigas lo que la otra persona te está diciendo, sino que escuches con atención. Deja de lado los prejuicios que tengas sobre la persona y concéntrate en entenderla en ese momento.
Cuando hablamos con alguien generalmente en nuestra cabeza ya estamos pensando qué le vamos a contestar y hacemos una lista de notas mentales sobre el tema que nos platican. Olvídate de todo eso, concéntrate en escuchar el tema completo y, una vez que tengas toda la información de la conversación, puedes empezar a ver cómo resolverlo o qué contestar.
No olvides que la empatía es la clave para una mejor comunicación, escuchar con empatía te ayudará a comprender a la persona y que tu respuesta sea puntual y efectiva.
2. Conoce a tu audiencia
Tómate el tiempo de aprender sobre a quién estás hablando.
- ¿Sabes cuáles son sus necesidades y motivaciones?
- ¿Sus preocupaciones y sus metas?
Si vas a hablar con alguien del departamento de mercadotecnia requiere un enfoque diferente a si hablas con alguien del departamento de finanzas. La diferencia más marcada es cuando hablas con tus subordinados, si aplica en tu caso, que con tu jefe. Sus necesidades y prioridades no son las mismas, por lo tanto no puedes hablarles de la misma manera.
3. Internacionalízate
Ahora más que antes, los equipos de trabajo tienen miembros de diferentes culturas. Incluso hay miembros con culturas mezcladas. Es importante que tomes en cuenta su trasfondo cultural, ya que eso ayuda grandemente a la comunicación en las empresas, no importa si eres un empleado o un supervisor.
Un ejemplo muy notorio es la diferencia entre mexicanos y estadounidenses. Cada cultura tiene una percepción del tiempo muy diferente. Los estadounidenses ven el tiempo como algo lineal, todo tiene un horario específico en la línea del tiempo del día, les gusta planear y tener bien definido lo que hay que hacer.
Por otro lado, los mexicanos vemos el tiempo como algo que fluye, ¿te suena: al ratito, luego, en unos segundos? Podemos estar haciendo una cosa, rápidamente pasar a otra sin haber terminado la anterior y regresar a ella después para concluir. Esto no quiere decir que no seamos responsables, sino que vemos el tiempo de diferente manera.
El no conocer cómo se manejan las diferentes culturas en aspectos básicos como la organización de su tiempo, puede crear malos entendidos que te perjudiquen.
4. Aprende a exponer
No necesitas ser un conferencista para que te interese aprender a ser un buen expositor. Es una habilidad que viene muy útil cuando haces reportes de resultados o cuando te toca dirigir una junta. Aquí la clave es la práctica, puedes hacerlo frente al espejo para que veas tus facciones y gestos, o frente a un grupo pequeño de amigos cercanos que te digan en qué puedes mejorar.
Te servirá a que no parezca que estás exponiendo en una clase de la prepa y te veas con profesionalidad.
Como bien dicen, la práctica hace al maestro, al principio te parecerá que estás siguiendo un manual paso a paso, pero con el tiempo empezarás a desarrollar estas habilidades y lo harás de manera intuitiva.
Más adelante veremos con profundidad algunos de estos temas, déjanos saber cuál es el que te gustaría que viéramos primero.